Con la llegada del invierno, las humedades en viviendas y edificios se convierten en un problema frecuente. Las bajas temperaturas, el aumento de la humedad ambiental y una menor ventilación hacen que ciertos tipos de humedad se manifiesten con más intensidad.
Entre las más habituales encontramos las humedades por capilaridad y las humedades por condensación, dos patologías muy distintas que a menudo se confunden.
Conocer sus diferencias es clave para aplicar la solución adecuada y evitar que el problema se agrave con el paso del tiempo.
Humedades por capilaridad: cuando la humedad sube desde el suelo
La capilaridad se produce cuando el agua del terreno asciende por los muros a través de los materiales de construcción, especialmente en edificios antiguos o con una impermeabilización deficiente.
¿Cómo se manifiesta?
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Manchas de humedad en la parte baja de las paredes
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Desconchados de pintura o yeso
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Aparición de salitre
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Sensación de frío constante en los muros
En invierno, este tipo de humedad se vuelve más evidente porque los muros están más fríos y tardan más en secarse.
Humedades por condensación: el choque entre calor y frío
La condensación aparece cuando el vapor de agua del ambiente entra en contacto con superficies frías, como paredes, ventanas o techos. Es muy común en invierno debido al contraste entre la calefacción interior y las bajas temperaturas exteriores.
Señales habituales:
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Gotas de agua en ventanas
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Moho en esquinas o techos
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Olor a humedad
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Ambientes cargados y poco confortables
Una ventilación insuficiente y una falta de aislamiento térmico suelen ser las principales causas.
Capilaridad o condensación: ¿por qué es importante diferenciarlas?
Aunque los síntomas pueden parecer similares, las soluciones son completamente distintas.
Mientras que la condensación suele requerir mejoras en ventilación y aislamiento, la capilaridad necesita sistemas específicos que bloqueen el ascenso de la humedad desde el terreno.
Aplicar una solución incorrecta no solo no elimina el problema, sino que puede empeorarlo, especialmente durante los meses de invierno.
La importancia de un diagnóstico profesional
En Impersegre analizamos cada caso de forma personalizada para identificar el origen real de la humedad y aplicar la solución más eficaz y duradera. Un diagnóstico correcto es el primer paso para proteger tu vivienda y mejorar el confort interior durante todo el año.


